Hace unos días hablaba con mi amiga Dandelion sobre el solsticio de invierno y la energía deprimente que se siente a nuestro alrededor. Muchos piensan que este es un periodo de luz, de alegría y no están desencaminados del todo pero...¿entonces por qué nos sentimos decaídos y sin fuerzas?
En el solsticio celebramos el nacimiento del sol, la llegada de la luz pero tan solo es el comienzo. Los días empiezan a ser más luminosos y se equipararán las horas de luz y oscuridad en el equinoccio de primavera. Por tanto no es alarmante sentirnos melancólicos ya que todavía estamos viviendo en la mitad oscura del año que transcurre desde Samhain hasta Beltane.
La leyenda celta de la batalla entre el rey Roble y el rey Acebo cuenta como el soberano de la luz, el rey roble, hiere de muerte en el solsticio de invierno al lider de la oscuridad, el rey acebo. En el solsticio de verano ocurrirá justamente lo contrario y ganará la batalla el rey Acebo explicando como así los días empezarán a ser más cortos y las noches más largas.
En este vídeo puedes escuchar un relato sobre la leyenda que vi en internet (Desconozco su autoría)
Demos la bienvenida al Rey Roble y que el dios Bel os acacirie la cara y podáis sentir como crece la esperanza en vuestros corazones.
¡Feliz Mean Geimhridh!
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