Necesitarás algunas herramientas para trazar el Compás (vela de pilar, un cuenco de agua, un cuenco de tierra, incienso y tu stang).
Para comenzar, traza el compás si lo crees necesario e invoca a tus aliados espirituales. (Puedes ver algunas formas de trazar el compás aquí ). Si trabajas con un espíritu familiar, ahora sería el momento de informarles de su intención y de solicitar su ayuda. A continuación, ubícate en una posición cómoda dentro del espacio. Es vital asegurarse de que estés cómodo, ya que cualquier dolor o irritación puede distraerte y atraerte hacia tu cuerpo. Cuando estés listo, cierra los ojos y comienza el siguiente proceso de visualización y respiración profunda:
- Comienza tomando un par de inhalaciones agradables seguidas de exhalaciones constantes, permitiendo que tu respiración sea lenta y constante, sin presión ni fuerza. Con cada inhalación y exhalación, cuenta lentamente hacia atrás de doce a uno.
- Repite el paso anterior, pero esta vez cuenta de trece a uno. Con cada número que pasa, siente que tu espíritu se eleva y al mismo tiempo siente que tu cuerpo físico se hunde en la superficie sobre la que estás descansando.
- Aproximadamente en el número seis o siete, imagina que estás parado frente a un seto u otro tipo de límite, más allá del cual una niebla gris arremolinada oscurece tu visión. A medida que te acerques al número uno, da un salto y cruza el límite. Siente cómo tus pies aterrizan firmemente en el suelo en el Otro Mundo al llegar al final de la cuenta regresiva.
- Con el tiempo, la niebla se disipará y, a medida que tu visión se adapte, te encontrarás de pie frente a el árbol del mundo. A partir de aquí, el viaje depende completamente de ti, ya sea que viajes al Mundo Superior o al Inframundo o permanezcas en el Mundo Medio. Recuerda que en cualquier momento, si deseas volver al axis mundi, imagínatelo en tu mente y siente que vuelves a su base ".
- Cuando quieras volver a tu cuerpo, toma un buen respiro y comienza a contar hacia arriba del uno al trece. Como antes, cuando llegues al número seis o siete, imagínate parado frente a un seto. Da el mismo salto corriendo, aterrizando de nuevo en el reino físico al final de la cuenta atrás. Cuenta hacia arriba de nuevo de doce a uno y siéntate en tu cuerpo, y luego mueve los dedos de las manos y los pies antes de abrir finalmente los ojos. Tómate unos momentos para volver por completo al espacio. Te animo a que te tomes este tiempo para anotar tus experiencias, ya que el recuerdo de tales eventos puede volverse confuso rápidamente. En cualquier punto en el que te sientas listo, desmantela el compás recorriendo la circunferencia del espacio en sentido antihorario, comenzando en el norte. Mientras caminas, di tus palabras de agradecimiento y despedida a cada una de las direcciones, así como al Padre Brujo y la Madre Bruja, o a los espíritus de la tierra y tus antepasados. Termina levantando el stang del suelo y limpiando tu espacio de trabajo.
Si por alguna razón en tu primer intento de cruzar el seto no tienes éxito, no te preocupes. El cruce del Cerco requiere práctica, así que simplemente espera uno o dos días y vuelve a intentarlo.
Como consejo haz este método tuyo
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